sábado, 4 de enero de 2014

1994

Somos la generación que nació el año en que murió Kurt Cobain. Hemos vivido en dos milenios, dos siglos y tres décadas, y hemos sobrevivido a las apocalipsis del 2000, del 6/6/6 y de 2012. Crecimos con Megatrix, La Banda del Patio y películas de Disney en vídeo, y lo único que recordamos de las pesetas es la que tenía un agujero en medio.

Nuestro año empezó en sábado, pero con mal pie: Irma Soriano se confundió al dar las campanadas en Antena 3.


Blur estrenó Parklife y Oasis Definitely Maybe. Sabina editó Esta boca es mía y Nirvana MTV unplugged in New York. En los cines se veían por primera vez Forrest Gump, Dos tontos muy tontos, El rey león y La lista de Schindler.




Los negros votaron por primera vez; Mandela ganó las elecciones. Se emitió el primer capítulo de Friends y Murcia alcanzó los 47ºC, la temperatura más alta de la historia de España.

Y murió Kurt Cobain. Y Bukowski, y Escobar el de Zipi y Zape, y Nixon, y Jacquie Kennedy. Y nació... Bueno, nació Justin Bieber. Pero, oye, también Jake Bugg. Y, seamos realistas, a poca gente nacida en el 94 le ha dado tiempo de hacer algo grande en estos casi 20 años; yo no nos perdería de vista.

Porque, al fin y al cabo, nacimos el año en que se estrenó Pulp Fiction.